Xeniteia y Liminalidad Cenobítica – Augusto Penas Palmeira 

Oración Iniciática 

Carne naciente: una venia o zalema; ahora congrega tu polimatía despojada de ser social, tu plasticidad aguarda dúctil a embates, devenires. Si más hubieres percibido, nuevos colores esperaren tras yuxtapuestas perimetralidades.

Olvida tu córtex, él ya no te piensa, lo mnésico al oblivion. Al desdoblar tu piel lo imperativo te es ahora incógnito, eres librado de ese gran martirio, del esmegma mental.

Sé bienvenido al reino nouménico, en las antípodas de lo ontológico; sin fractales iteraciones, sin la exégesis del hermeneuta, sin pléromas ni procustos. Tu latíbulo existencial es eviterno periplo.

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1. Liminalidad 

 Los antropólogos Arnold Van Gennep y Victor Turner desarrollaron el concepto de liminalidad como un estadio transitorio común a diversas prácticas ritualísticas observables alrededor del globo caracterizado por una des-jerarquización y un desvanecimiento de las estratificaciones propias de la socialización de los sujetos de una communitas (otro concepto desarrollado por ellos), este ritual de paso es señalado singularmente como anti-estructural, cito a Victor Turner:

 “La liminalidad es destructiva, porque tiende a eliminar estructuras formales y obligaciones de los individuos en ambientes sociales, y es así como el espacio liminal permite a los individuos actuar más allá de rutinas, estructuras sociales y otras ocupaciones del día a día… Es creativa porque permite la exploración y nuevas experiencias y, tras esta fase, el cambio puede ser incorporado.” (Turner)

El filósofo Peter Heft en su artículo “entre y entre (bewixt and between): zonas como espacios liminales y desterritorializados” caracteriza a los espacios liminales como zonas donde lo nouménico y lo fenoménico se mezclan, donde el sujeto es des-subjetivado para ser resignificado en una estructura social tras destruir la normalidad. (Heft)

<<La pasión por la destrucción es también una pasión creativa>> 
-Mikhail Bakunin 

2. Espacios liminales 

Espacios liminales, gentrificados y estratificados despiertan la kenopsia en el sujeto marginado, ya vueltos monolitos a la vida y la muerte. El silencio de las paredes susurra sobre tu condición; las acallas con tu ruido de cotidianeidad.

El sujeto ingeniado odia su libertad.

En internet se conoce como espacios liminales a una cualidad estética de la arquitectura descontextualizada y vacía de humanidad, durante momentos de transición en los que este lugar no está cumpliendo su función dada. Algunos ejemplos de estos espacios son La Zona de Stalker,  el pueblo de Silent Hill o el bourough en el que está basado, Centralia, al igual que lugares que  despiertan lo que Mark Fisher llamaría hauntologías, espectros de futuros caducos como la  arquitectura modernista soviética brutalista abandonada a su suerte o la ciudad de Kangbashi,  entre otros fracasos urbanos del mal llamado “socialismo realmente existente”; aunque el mayor  ejemplo es el espacio ficticio de internet The Backrooms, que evoca lo que Fisher denomina lo raro y lo espeluznante, cito:

“La sensación de lo espeluznante ocurre cuando hay algo presente donde no debería haber nada, o no hay nada presente donde debería haber algo.” (Fisher y Barton)

A estas sensaciones en el contexto de los espacios liminales se las conoce en internet por el neologismo acuñado en el Diccionario de las Oscuras Tristezas, la Kenopsia:

“La atmósfera inquietante y desolada de un lugar que normalmente está lleno de gente pero que ahora está abandonado y tranquilo (el pasillo de una escuela por la noche, una oficina sin luz un fin de semana, un recinto ferial vacío), una imagen emocional que lo hace parecer no sólo vacío sino hiperactivo. Vacío, con una población total negativa, que está tan notoriamente ausente que brilla como letreros de neón.” (Koenig)

3. Xeniteia 

Los anacoretas, en sus variantes monásticas (como los cenobitas) o errantes (como los giróvagos o sarabaítas), compartían en su estilo de vida ermitaño la práctica de la xeniteia, un peregrinaje hacia el auto-exilio, ser extranjero en tu propia patria (en este caso, ser apátrida de toda estructura social que nos haya subjetivado); como señala Marcello Tarì:

“La xeniteia, el extrañamiento, es el primer paso que debes tomar para convertirte en un monje.  Si no te conviertes en un extraño para el mundo, si no te separas de tu familia y de tu patria, si no interrumpes el curso normal de tu existencia, si ni siquiera habitas en tu propio idioma como si fueras un extranjero, si no te encuentras con la verdadera soledad y la verdadera comunidad, no puedes ser un monje y por lo tanto no puedes vivir, ni arraigarte, en la verdad. Tal como si la práctica de la violenta desubjetivación correspondiese a una intensificación de la subjetividad.  Podríamos decir que esto de convertirse en extranjeros es el primer campo de lucha en el que se desarrolla la historia escatológica del monaquismo, que es precisamente combate y contemplación: no es casualidad que xeniteia/peregrinación sea una palabra proveniente del ámbito militar, que indica la estancia del soldado fuera de su propio país. En cierto modo el monje invierte esta situación, es decir, pasa de ser un soldado en su ambiente original, obligado a ocuparse de cosas que no le conciernen y de las que se siente ajeno, a ser otro tipo de combatiente que cobra su sentido precisamente en el hecho de liberarse de esa servidumbre respecto de un mundo hostil. Dejar la patria significó, para aquellos que abrazaron la vida monástica en los primeros siglos de la era cristiana, huir de las obligaciones imperiales, principalmente el servicio militar y los impuestos.”

4. Meditación liminal como política prefigurativa 

<<Realidades futuristas guiándome a un cuarto abierto, aislando al mundo inferior… Me quedo en mi habitación, no voy a ningún lado. ¿Dónde quiero ir de todos modos?  Además, donde quiero ir nadie me seguirá; así que quédate atrás, en tu nación del estancamiento.>>  -Jesus Christ Allin 

“Es, o debería ser, bastante conocido, que las relaciones entre el cristianismo de los orígenes, el monaquismo y después la estructura eclesiástica, con el acontecer histórico y en cierto sentido teológico del comunismo —entendido como movimiento de liberación universal que no se reduce sólo al marxismo— son en sí mismas de alguna manera originales.

Si Ernst Troeltsch hablaba a propósito de las comunidades cristianas apostólicas y de los primeros siglos de un «comunismo de amor», Walter Benjamin afirmaba sin rodeos que la sociedad sin clases que predicaba el comunismo moderno no era más que una secularización del reino mesiánico. En este sentido, tal vez deberíamos completar la famosa sentencia schmittiana de que «todos los conceptos de la doctrina del Estado son conceptos teológicos secularizados», con la de que «todos los conceptos de la doctrina revolucionaria son conceptos teológicos secularizados».” (Tarì y Tronti)

Con estas palabras Tarì establece una analogía para nada arbitraria, sin ir más lejos leamos la doctrina cuasi-monástica del anarquista Serguéi Necháyev en su infame Catecismo Revolucionario:

“El revolucionario es un hombre dedicado. No tiene intereses personales, no tiene relaciones, sentimientos, vínculos o propiedades, ni siquiera tiene un nombre. Todo en él se dirige hacia un solo fin, un solo pensamiento, una sola pasión: la revolución. 
Dentro de lo más profundo de su ser, el revolucionario ha roto -y no sólo de palabra, sino con sus actos- toda relación con el orden social y con el mundo intelectual y todas sus leyes, reglas morales, costumbres y convenciones. Es un enemigo implacable de este mundo, y si continúa viviendo en él, es sólo para destruirlo más eficazmente.” (Gennádievich Necháyev)

Estas palabras son una expresión pura de xeniteia, la cual puede considerarse lo que en la militancia anarquista se conoce como política prefigurativa, esto es, parafraseando a Tarì: “no convertirse en Dios, sino poner en el orden del día el advenimiento de su reino”, en otras palabras, actuar como si el comunismo ya fuese una realidad, sin un período de transición de por medio.

¿Cuán libre se puede ser hacia dentro?, retirarse a espacios de liberación íntima vacíos de estructura es experimentar lo posible; en este sentido, el ser cenobita es vaciar lo material de lo discursivo, como dice Tarì:

“La interrupción del texto o de una acción de hecho permite al lector o al público distanciarse de la continuidad, devolver todo a la experiencia y así mirar la situación desde un exterior particular, el que se debe precisamente al auto-extrañamiento. En el espacio de esta interrupción/extrañamiento está contenida la posibilidad de tomar una posición frente al mundo,  es decir, la posibilidad de un acontecimiento.”

Es esta entonces una invitación a ver el vaso vacío para dejar de tragarnos un veneno al que estamos malacostumbrados, a perseguir un escapismo que no refuerce la pasividad ni el sistema del que estamos escapando.

<<Tenemos tantas vistas que mostrarte>> 
-Pinhead 

 Glosario  

 . Venia / Zalema: Reverencia o cortesía en señal de humildad y respeto, entiéndase aquí no en el sentido jerárquico e interpersonal de la religión organizada, sino ante la práctica reflexiva en sí.

. Polimatía: La dominación de múltiples áreas de conocimiento en un sentido interdisciplinario, entiéndase aquí en un contexto introspectivo e íntimo, ecléctico y fuera de convencionalismos académicos.

. Córtex: Capa superficial del cerebro compuesta de sustancia gris, la memoria es solo una de sus funciones.

. Mnésico: Dícese de lo relativo a la memoria.

. Oblivion: Estado de olvido.

. Nouménico:  El noúmeno es un concepto filosófico que se problematiza en la filosofía griega y en la escuela filosófica del idealismo alemán, especialmente por Platón y Kant, utilizado como antónimo de lo fenoménico (lo perceptible a los sentidos) para referirse a lo incognoscible. Existe controversia sobre las acepciones y distinciones positivas y negativas de esta palabra, sobre la capacidad o incapacidad del humano para pensar el noúmeno y, dependiendo de ello, sobre si el noúmeno es sinónimo de la cosa en sí (el objeto fuera de toda representación) y no puede pensarse ni conocerse o, por el contrario, puede pensarse en el reino de la razón como una intuición suprasensible. Según Kant, la ilusión trascendental es la tendencia inevitable, inherente e incorregible del ser humano de buscar conocer lo incognoscible. Este texto es una práctica de esto mismo, acudiendo a una estética de lo incognoscible mediante alusiones a lo incomprensible y contradictorio, la formación de un lenguaje hecho en los ecos de nuestros choques contra ese muro de lo extrasensorial, similar a lo que Lovecraft hace al intentar describir lo indescriptible.

. Ontológico: A grandes rasgos, la ontología es una rama de la filosofía metafísica que se ocupa del estudio del ser.

. Iteración Fractal: La iteración es la repetición de una función que crea un patrón autosimilar complejo formando un fractal. Un patrón de una proporción masiva con dichas características complejas, al ser lo suficientemente irregular e inabarcable, puede hacer que confundamos la parte por el todo, dándonos una impresión parcial y, en cierto punto, volverse este patrón uno imperceptible. Esta es una advertencia especulativa que hago al considerar la posibilidad de un universo con tal estructura, como lo señala la cosmología fractal.

. Exégesis / Hermenéutica: Interpretación de un texto que pretende la extracción objetiva de su significado, contrario a la eiségesis, que imbuye un significado subjetivo.

. Pléroma: En el gnosticismo, el pléroma es la unidad primera y última de la totalidad y plenitud divina de la cual emanan todos los elementos de la existencia.

. Procusto: En la mitología griega, Procusto fue un posadero hijo de Poseidón que invitaba a viajeros a recostarse en una cama, mientras estos dormían Procusto cortaba las partes que sobresalieran y, en el caso de que las víctimas no excedieran la longitud de la cama, quebraba sus extremidades para estirarlas. Fue asesinado por Teseo de la misma forma. El lecho de Procusto simboliza la pretensión sesgada de deformar la realidad para ajustarla a un molde único.

. Latíbulo: Escondite seguro y acogedor.

. Eviterno: Que tiene principio pero no tiene fin.

. Periplo: Viaje que retorna al mismo lugar de partida.

. Anacoretas:  En el cristianismo y judaísmo, los anacoretas eran personas que se alejaban de la sociedad para vivir una vida contemplativa y caritativa en la penitencia.

. Cenobitas: El movimiento cenobítico fue una tradición comunitaria monástica cristiana sujeta a reglas que buscaban reforzar la fe y disciplina de los monjes aislados del resto de la sociedad, cumplía la función de evitar los estragos mentales de la soledad de los practicantes. En la obra de Clive Barker, Hellraiser, los cenobitas son seres sadomasoquistas de una dimensión infernal que pueden ser invocados a la tierra mediante dispositivos rituales para obtener placeres prohibidos más allá de la comprensión humana.

. Giróvagos: Monjes vagabundos que rechazaban las reglas de los cenobitas, errando de monasterio en monasterio. Fueron condenados y prohibidos. 

. Sarabaítas: Similares a los giróvagos, se los acusaba de estafadores y charlatanes.   

Trabajos citados

Aleksándrovich Bakunin, Mijaíl. «Die Reaktion in Deutschland. Ein Fragment von einem  Franzosen.» Ruge, Arnold. Deutsche Jahrbücher fur Wissenschaft and Kunst. Leipzig,  1842. 247-51.

Fisher, Mark y Justin Barton. «The Weird and the Eerie.» On Vanishing Land. 2015. Gennádievich Necháyev, Serguéi. «Catecismo de un Revolucionario.» 1869.

Heft, Peter. «Betwixt and Between: Zones as Liminal and Deterritorialized Spaces.» Pulse: The  Journal of Science and Culture Volume 8, No. 2 (2021): 1-20.

Koenig, John. «Kenopsia.» 2013. The Dictionary of Obscure Sorrows.

Tarì, Marcello y Mario Tronti. «Mario Tronti y Marcello Tarì / Xeniteia. Contemplación y  combate.» 14 de Mayo de 2020. Artillería Inmanente.

Turner, Victor. «Liminal to Liminoid, in Play, Flow, and Ritual: An Essay in Comparative  Symbology.» Rice Institute Pamphlet – Rice University Studies, 60, no. 3 1974: 53-92.

¿Inconsciencia, perversión, o parte activa de un problema mayor? Invasiones a bosque Panul – Amapola Fuentes

Tengo una inquietud. De estas que, como máquina deseante y que se dispersa en malestares ahí donde siente una fisura, me llevan a la incomodidad, y a un sentir visceral que necesito politizar, y es que nace, precisamente, de algo político, y de una disputa, aunque no lo parezca.

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Hay un llamado a realizar una cicletada masiva desde una agrupación llamada “Quijano race”, de la mano con “Team brother bikes” (pueden encontrar la convocatoria en sus cuentas de instagram). Esta convocatoria, con intenciones de masividad, tiene por finalidad realizar un mega evento, y han logrado convocar a una gran cantidad de gente. Este megaevento tiene por fecha este primero de junio, y su gran objetivo es llegar, desde el metro Rojas Magallanes hasta, nada más y nada menos, que el Bosque Panul, y subirlo – último bosque nativo urbano de la Región Metropolitana, ubicado en La Florida, entre Las Vizcachas y la Quebrada de Macul. Es reciente el haberme enterado de esto, y me parece algo sumamente problemático, por varios motivos. Voy a partir por experiencias personales, para luego comenzar con, lo que quiero llamar “escenario ecosistémico”.

Quienes vivimos en esta comuna tenemos muchas historias de lo que ha significado el participar, desde distintos ritmos, espacios, individualidades y prácticas, por la defensa del bosque Panul. Personalmente, no he tenido tantas por contextos de salud física, pero aún así, he sido testigo de cómo grupos de ciclistas y motociclistas tiran abajo cercos del bosque, que luego reparamos, para que sean rotos nuevamente y así, en un ciclo interminable donde el cerco, que por lo general asociamos con la propiedad privada, se convierte en un lugar de cuidado de un entorno natural, que es tirado abajo con impensada facilidad. Hemos tenido conversaciones con algunos de quienes tiran los cercos, pasan por ellos, o andan en bicicleta por el cerro, que se toman el diálogo de buena manera, otros de no tan buena manera. Es angustioso, porque el bosque, bajo la lógica de que es un “parque” y al estar tan cerca de la ciudad, se ha convertido en un lugar donde se realizan fiestas, fogatas que terminan en incendios, e incluso se ha instalado un cementerio de perros. Y, por qué no recordar también, a la gente que saca a pasear a sus perros por el lugar, y los suelta. Inicialmente, se ha intentado explicar de manera pedagógica por qué estas prácticas no debieran realizarse en un ecosistema natural, pero los resultados han sido invisibles, sobre todo porque, quienes visitan el lugar, lo hacen sin la consideración, y sin el interés por comprender, desde la pedagogía ecológica y la ecoalfabetización, de qué maneras se puede y no se puede interactuar con este lugar.

A lo largo de las décadas han existido grupos e individualidades tan diversos que se han preocupado de reforestar el bosque, de generar jornadas de concientización, de riego, de incluir a vecinos y vecinas, de abrir instancias activas de participación para poder remediar en algo el daño que, como humanidad, hemos ejercido en contra de este espacio. Eventos como el Quijano race son todo lo contrario a esto, y no son más que una muestra de que todos estos intentos siguen en ello, en el intento. Y que todo diálogo parece ser en vano cuando se impone el goce individual y la necesidad de ejercer el control humano por sobre aquello otro – en este caso, la naturaleza.

Aquí, sinceramente, se entrecruzan muchísimos problemas que urge unificar. Primero, tenemos que tener en cuenta que el “Fundo” Panul no pertenece al estado, sino a una entidad privada que lo compró durante la dictadura. Como si fuera tragicomedia, los dueños del Panul también poseen una inmobiliaria, GES Terra, que lleva décadas intentando construir en el bosque. Constantemente presentan proyectos que, de momento y para suerte nuestra y de la flora y fauna esclerófila del lugar, han sido rechazados ante concejos municipales. Sin embargo, aún hay proyectos de urbanización en torno al Panul, ya que se realizaron cuestionables estudios de suelo, que “demostraron” que hay áreas donde sí se podría construir, y áreas en las que no. Como si fuese una gran idea plantar un edificio en medio de un bosque, casi tan buena como construir edificios en unas dunas. Chile, país de genios inmobiliarios. En fin, sigamos. Otra parte de la entrada del bosque pertenece, sospechosamente, a Aguas Andinas, que hace no mucho tiempo comenzó excavaciones para instalar un pozo. ¿Para qué? Nadie lo sabe. Podemos especular, pero aún no hay mucha información al respecto.

A esta constante amenaza de la devastación de la hiperurbanización que se ha desencadenado de manera monstruosa en la comuna de La Florida, se le suma el uso inconsciente que le da la gente al bosque. Porque no, no es un PARQUE, es un BOSQUE. Es el hogar de flora y fauna única en la región metropolitana, y que gracias a la intervención de, sobre todo, vehículos por distintas áreas, han ido desapareciendo, yéndose cada vez más adentro de la cordillera, resultado de la invasión agresiva y corrosiva de lo que solía ser su hogar. Estamos desplazando a especies animales, y estamos destrozando flora nativa que, incluso, está protegida por la CONAF por su nivel de amenaza de extinción.

Todas estas organizaciones e individualidades que han operado durante los años en este espacio (Levantemos Panul, Chasqui Outdoor, Tacitas por el Panul, Asamblea Abierta Panul, y podría seguir y seguir en la lista) se han enfocado en intentar instalar lógicas de ecoalfabetización disponiendo de tiempo y energía para planificar charlas, talleres, carteles, publicaciones…  para enseñar a la gente cómo corresponde habitar en un bosque, desde una perspectiva de ecosistema. Aquí nos posicionamos al elegir el concepto de ecosistema, ya que reconocemos la diferencia entre medio ambiente y ecosistema. Esto, debido a que medio ambiente se suele asociar con el entorno físico, material, biológico y tangible en el que se desenvuelven e interactúan los seres vivos, mientras que ecosistema se entiende como un sistema situado y creado por una comunidad de formas de vida que coexisten en un espacio determinado, con sus interacciones, de manera simbiótica (conectada y desde la colaboración). El ecosistema se refiere, entonces, a una unidad, mientras que el medio ambiente tiene una perspectiva de un afuera – un entorno, o, como dice, un medio, y no un fin.[1] Y, como la idea es generar un acercamiento no invasivo al bosque, se pretende retomar la noción de que la especie humana también es parte de un ecosistema, o que puede, al menos de manera temporal, formar una unidad, en este caso, mediante prácticas de reconocimiento del entorno natural, y de construcción de biomateriales de manera no invasiva. De la misma manera, el medio ambientalismo se enfoca principalmente en la conservación y protección (aspectos sumamente necesarios en un contexto de crisis planetaria), mientras que el ecologismo se vuelca a una modificación en la totalidad de nuestro estilo de vida hacia otras lógicas que buscan romper con la noción de que la especie humana no sólo se encuentra separada de la naturaleza, sino que está sobre ella – un imaginario muy propio del régimen antropocéntrico imperante e, incluso más lejos, de la tipificación Antropoceno; una tipificación que se popularizó en el año 2002 de la mano de Paul Crutzen en el artículo “Geology of Humankind”.

Durante los últimos tres siglos, los efectos de los seres humanos en el medioambiente mundial se han intensificado. Debido a estas emisiones antropogénicas de dióxido de carbono, el clima global puede desviarse significativamente del comportamiento natural durante muchos milenios porvenir. Parece apropiado asignar el término ‘Antropoceno’ a la época geológica presente, en muchos sentidos dominada por los humanos, que complementa al Holoceno, el período cálido de los últimos 10 a 12 milenios[2]

En este artículo, Cutzer profundizó en la idea de que la era geológica del Holoceno había llegado a su fin alrededor de 1950, cuando el ser humano se convirtió en uno de los principales agentes de alteraciones geofísicas (con, por ejemplo, la liberación a la atmósfera de plutonio 239 luego de las explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki). Si bien esta era geológica fue desestimada recientemente en la Subcomisión Internacional de Estratigrafía del Cuaternario, seguiremos haciendo uso de ella para designar un estado de alerta tanto para el presente como para el futuro, y nos servirá de marco referencial para algo aún más importante.

Ramón Fernández Duran, en su texto El Antropoceno: La expansión del capitalismo global choca con la biosfera, dejaría un capítulo llamado “El capitalismo global se convierte en el principal agente geomorfológico”. Con esto, dijo “si… los humanos somos responsables… pero, ¿todos los humanos por igual? ¿O algunos más que otros?”. Desde ahí, Jason Moore acuñaría, en su texto El capitalismo en la trama de la vida, el concepto de Capitaloceno, para referirse a que es el modelo económico (y de relaciones sociales) capitalista el que está causando estragos en el ecosistema en su totalidad, al reducir el planeta a una serie de recursos, con su propio valor monetario. Necesitábamos mencionar el título del texto de Moore para sostener que nuestro enfoque es ecologista más que medio ambientalista justamente por eso: a largo plazo, debemos sacar el capitalismo de la trama de la vida, y volver a incluirnos en esta misma trama, como especie humana. Y esta mediación busca lo mismo. Tener lógicas de conservación y protección, pero, igualmente, cambiar el foco en el lugar que ocupamos como especie a nivel ecosistémico.

El bosque Panul, para, en parte, repetir la información, y en parte, dar información nueva, teniendo ya este pequeño marco referencial ,está compuesto en un 80% por el Fundo Panul, que durante el siglo XX fue de propiedad estatal, pero nunca fue declarado santuario de la naturaleza ni patrimonio natural. Por el contrario, era usado por el Minsal para desarrollar vacunas veterinarias. Durante la dictadura, el fundo fue rematado por 1 millón de pesos. En los últimos años GES Terra, empresa inmobiliaria, ha presentado diversos proyectos de construcción de viviendas, generando tensiones entre quienes queremos mantener la – poca – integridad que mantiene el bosque, sobre todo porque se encuentra en una comuna en que su ex-alcalde (el famoso, de mala manera, Rodolfo Carter) es conocido por tener negocios con inmobiliarias para beneficio personal, llegando incluso a vender casas patrimoniales como la propia ex municipalidad de La Florida. Parte de la poca integridad que mantiene el bosque es por esto, y por los incendios que han ocurrido precisamente en los cuadrantes en que GES Terra pretende construir. Por otra parte, es porque empresas desconocidas van regularmente con retroexcavadoras a robar tierra, y en parte porque la gente, en un desconocimiento de cómo relacionarse con un entorno plagado de flora y fauna endémica, lo habita de maneras irresponsables: fiestas a altas horas de la noche, construcción ilegal de cementerios para perros que luego zorros y aves comen, alterando su cadena alimenticia, – pd: ¿tan poco quieres a tu perro que lo vas a enterrar a un bosque? -,  más de 100 pasadizos irregulares para motocicletas, automóviles dentro del bosque, campings con hogueras mal apagadas, microbasurales (definidos como “acumulación no autorizada de residuos sólidos de menor escala, que se encuentran presentes principalmente en áreas urbanas y rurales”[3])… Incluso en ocasiones ha llegado la PDI a hacer entrenamientos, estacionando sus vehículos dentro del territorio.

Este espacio, al estar tan cerca de la urbe, en resumen, es regularmente visitado, lo cual ha repercutido en distintas alteraciones a su flora, fauna, y composición geofísica por alteraciones antropogénicas (que refiere a todo aquello que proviene o resulta de actividades realizadas por la mano humana). Si bien es un fundo privado, se encuentra abierto, por lo que es imposible resguardar el espacio, además que imponer políticas prohibitivas tampoco es la solución. La solución es poder construir espacios de acercamiento responsable que vayan generando mayor consciencia de qué cosas se pueden y no hacer en un bosque nativo, de manera que nos vayamos educando aún más respecto de cómo cuidar un espacio en el que viven otras especies, y cómo habitarlo nosotrxs, pensando también en desprendernos de las lógicas de individualismo.

¿Pero, qué se puede hacer cuando los intentos por concientizar se encuentran en choque con actividades como la que pretende realizarse este 1 de junio? Los más de 100 pasadizos entre cerros han erosionado el suelo de una manera tan marcada, que se han generado cárcavas de gran extensión y profundidad. Si eso no es una demostración de que el ciclismo desmedido en el bosque es dañino, sólo basta con hacer la comparativa entre la cantidad de fauna local que se veía en el sector hace 20 años, versus hoy.

Hace unos años hubo organizaciones que a través de estudios de suelo, reconocimiento de flora y fauna, y georeferencia, armaron algo similar a “rutas legales” demarcadas por las cuales vehículos de 2 ruedas podían transitar, pero nada de eso se respeta, y se puede comprobar al entrar al Panul y ver cómo está la tierra.

Esta inquietud visceral no nace desde un rechazo absoluto al deporte. Nace desde ese cierre total al diálogo por parte de grupos que buscan imponer su necesidad de llevar sus prácticas humanas a hogares ajenos, apropiándoselos, alterándolos y generando un daño que, podría hasta llegar a ser irreversible. 300 bicicletas en un bosque, ¿crees que el tierral que levantarán, y la contaminación acústica, además de la invasión de sus aparatos, van a ser inocentes? La inquietud nace también desde una preocupación sincera por el desinterés que produce el intentar generar estas instancias de ecoalfabetización que nos permitan, como especie humana, comprender que es urgente habitar el mundo desde otras lógicas, no antropocéntricas; todo lo contrario a lo que sucede con actividades como esta gran cicletada que, al parecer, es imparable, y que será aún más abrasiva para la tierra del bosque, estando en plenas lluvias y procesos de reforestación. Ante la interpelación sobre la invasión al ecosistema de flora y fauna endémica, y la pregunta de “¿son estúpidos” la respuesta ha sido “si, somos estúpidos”. No creo que lo sean, pero creo que en elegir la inconsciencia y en elegir desarrollar una práctica aún sabiendo los riesgos que conlleva para otras formas de vida conlleva cierta banalidad inconsciente y perversa por ejercer el lugar prometeico de humano como centro, que ha devastado y, al parecer, seguir devastando, en este caso, al último bosque esclerófilo de la RM, que tanto nos hemos empeñado por preservar, y que, al parecer, tendremos que seguir cercando, no porque lo creamos nuestro, sino porque la humanidad sigue siendo incapaz de comprender el lugar que es un bosque, y sigue queriendo llevar la ciudad a él.


[1] Nociones conceptuales que se pueden encontrar de manera resumida en https://www.ladiferencia.net/medio-ambiente-vs-ecosistema/

[2] Cutzen, P. (n.d). Geología de la humanidad. Scribd. https://es.scribd.com/document/600324205/Crutzen-P-2002-Geologia-de-la-humanidad

[3]  Definición extraída desde https://www.bcn.cl/delibera/show_iniciativa?id_colegio=3775&idnac=2&patro=0&nro_torneo=2023#:~:text=b)%20Microbasural%3A%20Acumulaci%C3%B3n%20no%20autorizada,en%20%C3%A1reas%20urbanas%20y%20rurales.

Apuntes luego de ver 50 camiones arder en el Biobío – Kiltra.

Este relato en primera persona trata sobre una sensibilidad. Una sensibilidad política, invisibilizada, y que busca a borbotones salir a hacer visible un hecho inusitado: 

El alcalde de Santa Bárbara dice que el atentado contra la Central Rucalhue le “roba la seguridad a vecinos y vecinas de la comuna” ¿En serio alcalde? ¿Eso es lo que va a decir cuando tiene un minuto para hablar en televisión abierta? Si hoy, por fin, los ojos están puestos en este pueblo perdido ¿Lo único que van a decir los y las periodistas es “50 camiones y maquinarias”? ¿Cuándo veremos las imágenes de bosques nativos inundados, cementerios bajo embalses, animales, casas y biografías ahogadas bajo el agua?

*

Santa Bárbara se fundó como fuerte español en 1756. Ubicada justo en la frontera del Biobío frente a la resistencia del pueblo mapuche. Años más tarde, las casas más antiguas y cercanas al río se construyeron dándole la espalda, como obligándose a tener por delante la Plaza de Armas y no ese caudal indómito e insolente. De ahí en adelante, esta comuna y su gente ha sido tan cercana como indiferente a ese río y sus quejas. A ese río y su muerte lenta. Pero ha habido hendiduras sobre esa indolencia. Hendiduras sensibles, tenaces, feroces y ardientes.

*

Durante los 90’s se organizó en el Alto Biobío una enorme resistencia frente a los proyectos hidroeléctricos Pangue y Ralco. Cuando digo enorme hablo de casi diez años de protestas, denuncias, frustraciones y trabajo organizado entre activistas y comunidades pehuenche, esfuerzos que convocaron a miles de personas a solidarizar de distintos modos con la lucha que se sostenía en medio de la cordillera. Pese a todo, ambos proyectos terminaron por construirse en el año 1996 y 2004 respectivamente. Los dos se erigen sobre el río Biobío, mismo caudal sobre el que se inauguró la Central Angostura el año 2014 y donde hoy avanzan las obras de la Central Rucahue. Me arde el estómago cada vez que hago este recuento. Cuatro, cuatro centrales hidroeléctricas sobre el río.

*

¿Cuándo, si no es ahora, se va a decir el nombre de las mujeres pehuenche que resistieron hasta el final, que fueron acosadas durante años hasta verse obligadas a firmar para la construcción de la represa en los 90’s? [Nicolasa y Berta Quintremán, la alegría de su rubor rojo y manos anchas siguen en esta casa, las llevo conmigo donde vaya]

*

De chica, me acostumbré a escuchar el Biobío a lo lejos. Un susurro tan vital como agonizante que corría tras la casa donde me crié [El mismo río donde yació el cuerpo de la ñaña que tomaba mate con mis papás en la cocina y se envolvía el pelo con sus pañuelos de azul brillante. Nicolasa, la resistencia. Nicolasa, cómo sostener tu cuerpo hace años malherido. Tu muerte empezó el día en que construyeron esa muralla]. El mismo río donde aprendí a nadar, donde construí castillos de barro y comí duraznos mientras caía la tarde. El río de las transparencias y verdes más profundos que ví nunca. El río que, aturdido y cercenado, hoy día apenas avanza hasta el mar mientras sus orillas se convierten en terrenos forestales y microbasurales.

*

¿Cuándo podremos hablar de pasar la niñez jugando en el río para que después “no haya más remedio” que trabajar para la empresa que lo destruye? ¿Cuándo podremos hablar con el grupo de jóvenes que pasó el invierno del 2021 acampando a las afueras de la Central Rucalhue para denunciar los efectos sociales y ecológicos de su construcción?

*

El pasado domingo 20 de abril desperté con la noticia de un atentado a las obras de la Central hidroeléctrica Rucalhue. Entró un aire inmenso en mis pulmones. Desde los 90’s que hay quienes entregan su vida para que se detengan las represas sobre el Biobío [La mirada perdida de la ñaña que saludaba al Sol al despertar en mi casa y se ponía sus pantalones rojos bajo sus largas faldas. Berta, la rabia y la risa. Berta, cómo sostener tu memoria ahogada, tu corazón partido a la mitad. Tu vida se apaga y resiste junto a la pena de este río]. Desde los 90’s se ensañaron con el Biobío y su gente y se atreven a hablar ahora de terrorismo.

*

¿Cuándo hablaremos del por qué un grupo de personas decide hacer arder unos cuantos camiones?

Inteligencia artificial, o el fin de las técnicas – Gabriel Azaïs

Traducción por Amapola Fuentes para Colapso y desvío

Disponible en Ill Will aquí

Disponible para descarga en PDF aquí.

Nota de la traducción al español: El texto original está escrito en francés en Lundi Matin y ha sido traducido al inglés por Robert Hurley, y subido a Ill Will. Esta es una traducción al español que ha sido realizada desde el inglés, gracias al trabajo de Ill Will.

Mientras que muchas críticas a la inteligencia artificial siguen girando en torno a fantasías de robots competidores que se alzan contra el hombre, el siguiente ensayo pretende dar la vuelta al problema: la verdadera preocupación de la investigación en IA, argumenta Azaïs, no reside en los robots parecidos a los humanos, sino en la imagen empobrecida de la humanidad a la que nos condena por su reducción de la inteligencia humana al nivel de la técnica o el cálculo. Al descomponer y traducir el razonamiento, la comunicación y la decisión humanos al lenguaje informatizado de las tareas, la computación no sustituye al hombre por la máquina, sino que garantiza que el hombre “se comporte y actúe como una máquina, que la sociedad en su conjunto tecnifique mediante un sutil juego, por turnos, de normalización e imitación.”

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El fascismo y el espectáculo de la muerte – Ian Alan Paul


El fascismo y el espectáculo de la muerte. Por: Ian Alan Paul.

Traducción por Amapola Fuentes para Colapso y Desvío. Originalmente publicado en inglés el 9 de mayo del 2025 en Ill Will.
PDF disponible para descarga aquí.

Imágenes de Steven Monteau.

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Para una palabra militante y no únicamente meditante: Notas a ¡Al ladrón! Anarquismo y filosofía de Catherine Malabou – Nicolás González Rodríguez

I. En el libro ¡Al ladrón! Anarquismo y filosofía, Catherine Malabou hace decir a Eliseo Reclus, que para los anarquistas el «objetivo político es la ausencia de gobierno, la anarquía, la más elevada expresión de orden» 1. Ausencia de gobierno: el problema del sentido que debe darse a estas palabras -dice Malabou- es la razón de su libro, al tiempo que requiere de «una nueva mirada que no la mida con la vara de las tendencias hegemónicas». Esa ausencia de gobierno y estas tendencias hegemónicas, es lo que esta reseña propone abordar, al poner acento en algunos ejes y distinciones que la autora desarrolla en partes del libro, pero que lo van atravesar completamente.
 

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‘La gente lucha allí donde está’: Joshua Clover sobre disturbios, huelgas y comunas que ya están aquí. Entrevista por Ronja Mälström.

24 de noviembre de 2024.


Publicado originalmente en Turning Point Magazine.
Traducción por: Amapola Fuentes para Colapso y Desvío.
Disponible para descarga en PDF aquí.

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Investigación y Organización tras el levantamiento de George Floyd

Investigación y organización tras el levantamiento de George Floyd.

Por: Jasper Bernes.

Este texto fue originalmente publicado en el sitio web de Il Will Editions bajo el título de Inquiry and organization after the George Floyd Uprising. Y fue traducido al español por Pablo Jimenez Cea para ser publicado conjuntamente en Colapso y Desvío y Nec Plus Ultra. [Disponible PDF aquí]

Nota del traductor: Cabe destacar que el texto menciona repetidamente el caso del «estallido social en Chile», según la denominación del autor. No compartimos esta denominación, sino la de revuelta social, aunque no culpamos a Jasper Bernes por su uso, ya que este es el nombre bajo el que se dió a conocer la revuelta de 2019 internacionalmente. Al respecto recomendamos las siguientes investigaciones sobre la revuelta del 2019 que además de seguir una perspectiva muy afín a la del texto de Bernes, ayudan a comprender las potencialidades y límites de la revuelta desde los análisis situados de sus participantes. El libro Tratado para las juventudes en sublevación [Disponible Aquí], la tesis de maestría de Pablo Jiménez Cea, “Revuelta, capital y praxis social” [Disponible Aquí]. Y “The Estallido Social”, capítulo 1 de la serie documental InterRebellium.

Nota de Ill Will: Como conclusión de The Future of Revolution. Communist Prospects from the Paris Commune to the George Floyd Uprising y su último capítulo, «Inquiry, Organization, and the Long 1968», el breve extracto que figura a continuación analiza el levantamiento de George Floyd como ejemplo de movimiento revolucionario de nuestro tiempo, que se enfrenta a impasses similares a los de las luchas en todo el mundo. ¿Qué hay de nuevo y qué hay de viejo en la revolución del siglo XXI? Hoy, como siempre, la suspensión del poder armado del Estado, un proceso que se desarrolla gradualmente, sigue siendo su primera condición, permitiendo la socialización de la riqueza por parte de una comunidad humana sin clases, sin dinero y sin Estado. El análisis de Bernes sobre la investigación técnica —el mapeo de las fuerzas productivas— se basa en un análisis anterior de la investigación proletaria organizada y la investigación como organización desde la Segunda Guerra Mundial. Transformar la riqueza acumulada del capitalismo en una sociedad sin clases sin límites fijados de antemano, haciéndola manejable y transparente para todos, requerirá un inventario vivo de recursos, capacidades y necesidades, que se contabilicen entre sí de la misma manera en que contabilizamos las cosas.

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Cómo vamos a pensar juntxs. Dos conferencias punk de Isabelle Stengers –  Nicolás González Rodríguez

Reseña al libro Cómo pensar juntos. Dos conferencias sobre ciencia, política y desastre por Isabelle Stengers. Editorial Saposcat, traducción de Diego Milos, 2019.

“How does it feel to have won the war that nobody wants?”

En un pequeño librito que publicó la editorial Saposcat, y cuyo título es Cómo pensar juntos, se rescatan dos conferencias dadas por Isabelle Stengers que, como bien dice el subtítulo, abordan la cuestión por cómo elaborarnos herramientas, saberes y nociones que reactualicen nuestras relaciones en torno a la ciencia y la política, en una época de desastres o, como nombra la propia Isabelle, de barbaries. Cómo pensar juntxs el capitalismo en su momento actual ya no solamente en torno a la explotación, sino también en su reverso ofensivo y afirmativo: a saber, el cómo hacemos todxs juntxs para reavivar aquello que nos vuelve capaces de pensar los problemas que nos conciernen. Pero no tan rápido, nos dice Isabelle, puesto que ese todxs juntxs es uno “extraño, heteróclito, que reuna a gente que viene por una multiplicidad de razonamientos. (…) Cada uno viene con sus razones y sabe que encontrará a otros con sus propias razones. Es lo que Félix Guattari hubiera llamado una heterogénesis. Algo que se produce gracias a la heterogeneidad de aquello que lo compone”.

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