Julia Chuñil, de 72 años, líder mapuche por la defensa del ecosistema del Wallmapu desapareció el 8 de noviembre. Luego de percatarse de la desaparición de unos animales, salió al cerro a buscarlos junto a su perro cholito. Desde ese momento nunca más fue vista, ni se ha tenido información de su paradero.
A propósito de su labor en la defensa de la tierra, y su enfrentamiento contra empresarios locales, es que Julia Chuñil venía recibiendo amenazas en su contra desde hace al menos 6 años. No mucho antes de su desaparición sentenció de manera más que clara: «si me pasa algo, ya saben quién fue». Y es que estás amenazas tenían un autor en común, la empresa Agrícola, Ganadera y forestal Collilelfu Ltda, bajo el dominio de Juan Carlos Morstadt Anwandter, descendiente de uno de los más conocidos colonos alemanes del siglo XIX, Carlos (Karl) Andwanter. Quién buscaba expulsar a Julia del terreno.
En agosto del año pasado luego de varios hostigamientos, entre otros, el corte de un puente por el que Julia transitaba, el empresario antes mencionado habría insistido en negociar la salida del terreno: “Ya po Julia, ya los tengo a todos comprados. Faltai tú nomás”.
Además Juan Carlos Morstadt le aseguraría a Julia Chuñil que este tendría una «buena relación» con la CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena) por lo que Julia no tendría nadie a quien acudir y estaría obligada a abandonar el territorio de la comunidad mapuche que ella protegía.
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Julia Chuñil, 72 years old, a Mapuche leader known for her defense of the Wallmapu ecosystem, disappeared on November 8th. After noticing the disappearance of some animals, she went up the hill with her dog Cholito to look for them. From that moment on, she was never seen again, and no information has emerged about her whereabouts.
Due to her work in defense of the land and her confrontation with local business owners, Julia Chuñil had been receiving threats for at least six years. Not long before her disappearance, she made a stark statement: «If something happens to me, you already know who it was.» These threats reportedly came from a single source: the agricultural, livestock, and forestry company Collilelfu Ltda, owned by Juan Carlos Morstadt Anwandter, a descendant of one of the most prominent 19th-century German settlers, Karl (Carlos) Anwandter. Morstadt had been trying to expel Julia from the land.
In August of last year, following repeated harassment—including the destruction of a bridge that Julia used to cross—Morstadt allegedly renewed his efforts to negotiate her departure from the land, saying:
«Come on, Julia, I’ve already bought everyone else. You’re the only one left.»
Morstadt also allegedly told Julia Chuñil that he had a «good relationship» with CONADI (National Corporation for Indigenous Development), implying that Julia had no one to turn to and would eventually be forced to leave the Mapuche community land she had been defending.


