¿Y quiénes somos en Colapso y Desvío?
Nota preliminar: Es complejo adentrarse en definiciones cuando, en realidad, intentamos escapar de ellas, al menos dentro de lo que se entiende de ellas, en la dimensión de la política y la ultraizquierda radical. Pero, sobre las individualidades que conforman este grupo, si hay algunas cosas básicas que podemos decirles, para que al menos quienes nos leen se puedan hacer ideas desde algo concreto en lo que respecta a nosotrxs.
¿Quiénes somos?
Somos una agrupación de personas que nos encontramos inicialmente en el espacio virtual, desde la inquietud de la difusión de contenido radical, ya sea de autores conocidxs, como otrxs no tantos, e incluso de contenido propio. Al menos geográficamente, nos separan varios kilómetros, así que, en este caso, el cibermundo se ha ganado un punto a favor en ser un “espacio de encuentro” de estas individualidades que, desde la decepción con espacios organizativos, y la falta de un lugar de diálogo y debate que fomentara una crítica no solamente a la tiranía de los partidos, de la institucionalidad de la burguesía, sino también a las ideologías mismas que se imponen como prismas que dictaminan un “deber ser”, decidimos ser ese espacio que no logramos encontrar. Sin embargo, —y esto es importante de mencionar para poder georeferenciarnos, sin caer en apologías al Estado-nación— pese a esos kilómetros de distancia previamente mencionados, estamos dentro del rango del territorio dominado por el estado de chile, y es desde la experiencia de las distintas formas en las que el régimen del Capital-trabajo se ha expresado en este sector, que comenzamos un movimiento, en este caso, compartido, desde la curiosidad por la lectura y el refinar de las posturas, más allá de lo que discursos ideológicos —o, más bien, ideologizados/ideologizantes— pueden ofrecer.
Esta es una labor difícil, ya que el movimiento comunista difuso es, siendo redundantes, difuso, así como también está conformado por un número reducido de personas. Y esa dispersión de las partículas que somos ha impedido la conformación de proyectos más largos y duraderos, además de distintos problemas propios de las dificultades de compartir espacios en común viniendo de una crianza y un deambular por tantos años en la sub-vida hostil, competitiva y aberrante que se nos impone, y que permea constantemente nuestras subjetividades.
Celebramos que, temporalmente, este proyecto esté exento de dinámicas propias del neoliberalismo exacerbado, y celebramos que, pese a distintos impedimentos, sigamos en curso con la producción de material desde una teoría crítica del valor situada en nuestro contexto, así como también con la traducción de distintos textos que se nos hacen de interés, puesto que consideramos la divulgación no como un ejercicio muerto, sino como la puesta en contra-circulación de material que puede servir para la instauración y potenciación de comunidades en lucha emancipadas de todo sesgo autoritario.
¿Qué buscamos?
Más allá de panfletarismos, nos enunciamos desde una lucidez, a veces dolorosa, y que exige, y aspira a que de manera colectiva exijamos, la abolición de toda forma de opresión que históricamente se ha levantado, nos ha condicionado, y ha construído regímenes en los que algunas vidas valen más que otras —porque la valorización de identidades y corporalidades así funciona. No priorizamos unas sobre otras, porque creemos que todas son igual de insoportables. Todas implican un sufrimiento, un despojo. Y esos resabios del despojo, que son las migajas de las que el Capital se nutre, son las que queremos recuperar, tanto de nosotrxs, como de la humanidad en su conjunto. Es difícil posicionarse desde la abolición de toda forma de opresión, porque vivimos en contextos en que muchas de estas aboliciones están normalizadas e, incluso, desde el progresismo planetario, sólo buscan gestionar o hacer más tolerables. Lo es porque sabemos que son posturas poco comprendidas, principalmente por la soberanía ya histórica de ciertos modelos de sistema político que, debido a su antigüedad y su expansión, se presentan como la única opción. Incluso, incomprendidas por la misma ambigüedad con la que se puede entender el concepto de “abolición”. Al menos, en términos más conocidos, podemos enunciarnos como un grupo que está en contra de la existencia del Estado, del Capital, del trabajo, del valor-dinero, del patriarcado, el racismo, y muchos regímenes de opresión que operan y se despliegan a partir de la misma matriz hegemónica que dictamina qué cuerpos y qué identidades son las que, se supone, deben dominarnos. Bibliográficamente, nos nutrimos críticamente de una gran cantidad de autores. Infaliblemente, Marx —desde la recuperación del mal llamado “Marx esotérico”— , Anselm Jappe, Robert Kurz, Franco “Bifo” Berardi, Roswitha Scholz, Moishe Postone, la Internacional Situacionista, Grupo Krisis, Exit!, Cuadernos de negación, Colectivo Endnotes… una lista larga, ni tan ecléctica como pareciera, ya que tienen de punto en común aspectos fundamentales que potencian una lectura clara de cómo la forma-germen del Capital deviene en narcosis. Desde la Wertkritik, crítica marxiana, hasta comunización, rescatando pizcas de ciertos anarquismos e izquierdismos, sin por ello reivindicar sus ideologías.
¿…la única opción?
Bueno, para nosotrxs, “la única opción” es justamente el principal problema. Desde allí, pueden esperarse todo lo que podamos decir, porque nuestro posicionamiento es claro: seremos despiadadxs en rechazar toda categoría identitaria que se imponga en un ejercicio dialéctico negativo que nos convierta en los residuos que el Capital carroñeará. Nuestra desilusión con discursos seudo emancipatorios que son reformismo encubierto, o sectarismos dogmáticos nos ha llevado a encontrar narrativas que son vitales para poder fortalecernos para la supervivencia en un capitalismo que ya está causando estragos irreversibles en la biosfera.
No venimos con respuestas, ofrecemos alternativas que nacen al alero de discursos que han salido a lo largo de las décadas desde distintos sectores que de manera desesperada buscaban una salida a la catástrofe capitalista. Nosotrxs también estamos desesperadxs.
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And who are we in Colapso y Desvío (Collapse & Détournement)?
Preliminary note: It is complex to enter into definitions when, actually, we try to escape from them, at least within what is understood of them, in the dimension of politics and the radical ultra-left. But, about the individualities that make up this group, there are some basic things we can tell you, so that at least those who read us can get ideas from something concrete about us.
Who are we?
We are a group of people who met initially in the virtual space, from the concern for the dissemination of radical content, whether by known authors, as others not so many, and even our own content. At least geographically, we are separated by several kilometers, so, in this case, the cyberworld has earned a point in favor of being a «meeting space» of these individualities that, from the disappointment with organizational spaces, and the lack of a place for dialogue and debate that would encourage a critique not only to the tyranny of the parties, the institutionalism of the bourgeoisie, but also to the ideologies themselves that are imposed as prisms that dictate a «should be», we decided to be that space that we failed to find. However, -and this is important to mention in order to georeference ourselves, without falling into apologies to the nation-state- in spite of those kilometers of distance previously mentioned, we are within the range of the territory dominated by the chilean state, and it is from the experience of the different ways in which the Capital-labor regime has expressed itself in this sector, that we begin a movement, in this case, shared, from the curiosity for reading and refining the positions, beyond what ideological discourses -or, rather, ideologized/ideologizing- can offer.
This is a difficult task, since the diffuse communist movement is, being redundant, diffuse, as well as being made up of a reduced number of people. And this dispersion of the particles that we are has prevented the formation of longer and more lasting projects, in addition to various problems inherent to the difficulties of sharing common spaces coming from an upbringing and a wandering for so many years in the hostile, competitive and aberrant sub-life that is imposed on us, and that constantly permeates our subjectivities.
We celebrate that, temporarily, this project is exempt from the dynamics of exacerbated neoliberalism, and we celebrate that, in spite of different impediments, we continue with the production of material from a critical theory of value situated in our context, as well as with the translation of different texts that are of interest to us, since we consider dissemination not as a dead exercise, but as the counter-circulation of material that can serve for the establishment and empowerment of communities in struggle emancipated from any authoritarian bias.
What do we seek?
Beyond pamphleteering, we enunciate ourselves from a lucidity, sometimes painful, that demands, and aspires to collectively demand, the abolition of all forms of oppression that historically has arisen, has conditioned us, and has built regimes in which some lives are worth more than others -because the valorization of identities and corporealities works that way. We do not prioritize some over others, because we believe that they are all equally unbearable. They all imply suffering, dispossession. And those remnants of dispossession, which are the crumbs on which Capital feeds, are what we want to recover, both from ourselves and from humanity as a whole. It is difficult to position ourselves from the abolition of all forms of oppression, because we live in contexts in which many of these abolitions are normalized and, even from planetary progressivism, only seek to manage or make them more tolerable. This is because we know that these are positions that are little understood, mainly because of the already historical sovereignty of certain models of political systems that, due to their antiquity and their expansion, are presented as the only option. They are even misunderstood because of the same ambiguity with which the concept of «abolition» can be understood. At least, in more familiar terms, we can enunciate ourselves as a group that is against the existence of the State, Capital, labor, money-value, patriarchy, racism, and many regimes of oppression that operate and unfold from the same hegemonic matrix that dictates which bodies and which identities are the ones that are supposed to dominate us.
Bibliographically, we critically nourish ourselves from a great number of authors. Unmistakably, Marx -from the recovery of the wrongly called «esoteric Marx»-, Anselm Jappe, Robert Kurz, Franco «Bifo» Berardi, Roswitha Scholz, Moishe Postone, the Situationist International, Grupo Krisis, Exit!, Cuadernos de negación, Colectivo Endnotes… a long list, not as eclectic as it may seem, since they have in common fundamental aspects that enhance a clear reading of how the germ-form of Capital becomes narcosis. From the Wertkritik, Marxian critique, to communization, rescuing hints of certain anarchisms and leftism, without vindicating their ideologies.
…the only option?
Well, for us, «the only option» is precisely the main problem. From there, you can expect everything we can say, because our position is clear: we will be ruthless in rejecting any identity category that imposes itself in a negative dialectical exercise that turns us into the waste that Capital will scavenge. Our disillusionment with pseudo-emancipatory discourses that are covert reformism or dogmatic sectarianism has led us to find narratives that are vital to strengthen us for survival in a capitalism that is already wreaking irreversible havoc on the biosphere.
We do not come with answers, we offer alternatives that are born out of the discourses that have emerged over the decades from different sectors desperately seeking a way out of the capitalist catastrophe. We are also desperate.